El paciente gran quemado
Autoría
Fecha
Palabra(s) clave
Editorial
ISBN
Resumen
Trabajo de Curso de Experto Universitario en Atención al Trauma Grave (2014/15). Tutor: José Manuel Vergara. Las quemaduras representan una de las patologías más frecuentes, graves e incapacitantes que pueden sufrir las personas. Se estima que por cada 100.000 habitantes, alrededor de 300 personas sufren cada año quemaduras que requieren atención sanitaria. Alrededor del 60% de las quemaduras se producen en el medio doméstico. Las más frecuentes son las producidas por líquidos calientes (escaldadura), fundamentalmente agua y aceite, seguidas de quemaduras por sólido caliente (plancha, estufa, etc.). Las quemaduras son el resultado de un traumatismo físico o químico que induce la desnaturalización de las proteínas tisulares, produciendo tres efectos: pérdida de líquidos, pérdida de calor y pérdida de la acción barrera frente a los microorganismos. Se clasifican según su extensión y profundidad: primer grado (afectando a epidermis), segundo grado superficial y profundo (afectando a la dermis papilar y reticular respectivamente) y tercer grado (destrucción espesor total de la piel). La extensión de la quemadura es una característica de vital importancia para el pronóstico, junto con la localización y el grado de profundidad. El manejo inicial del paciente está basado en el principio de que el paciente gran quemado debe tratarse como paciente politraumatizado, y comienza siguiendo la secuencia ABC, prestando atención a la vía aérea (A), la respiración (B) y la circulación (C). Solo cuando el paciente se encuentre estable se debe evaluar la gravedad de las quemaduras. la promoción y educación de la salud junto con la prevención de la enfermedad son fundamentales.
Trabajo de Curso de Experto Universitario en Atención al Trauma Grave (2014/15). Tutor: José Manuel Vergara. Las quemaduras representan una de las patologías más frecuentes, graves e incapacitantes que pueden sufrir las personas. Se estima que por cada 100.000 habitantes, alrededor de 300 personas sufren cada año quemaduras que requieren atención sanitaria. Alrededor del 60% de las quemaduras se producen en el medio doméstico. Las más frecuentes son las producidas por líquidos calientes (escaldadura), fundamentalmente agua y aceite, seguidas de quemaduras por sólido caliente (plancha, estufa, etc.). Las quemaduras son el resultado de un traumatismo físico o químico que induce la desnaturalización de las proteínas tisulares, produciendo tres efectos: pérdida de líquidos, pérdida de calor y pérdida de la acción barrera frente a los microorganismos. Se clasifican según su extensión y profundidad: primer grado (afectando a epidermis), segundo grado superficial y profundo (afectando a la dermis papilar y reticular respectivamente) y tercer grado (destrucción espesor total de la piel). La extensión de la quemadura es una característica de vital importancia para el pronóstico, junto con la localización y el grado de profundidad. El manejo inicial del paciente está basado en el principio de que el paciente gran quemado debe tratarse como paciente politraumatizado, y comienza siguiendo la secuencia ABC, prestando atención a la vía aérea (A), la respiración (B) y la circulación (C). Solo cuando el paciente se encuentre estable se debe evaluar la gravedad de las quemaduras. la promoción y educación de la salud junto con la prevención de la enfermedad son fundamentales.