El impacto del RD-CAFTA en el sector agropecuario de Costa Rica
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Tesis dirigida por Juan Carlos Martínez Coll, y tutor Isaías Covarrubias Marquina. Los países centroamericanos han ido implementando una amplia gama de reformas comerciales unilaterales y regionales desde finales de los años ochenta. Se han rebajado los impuestos al comercio y la mayoría de las barreras no tarifarias han sido eliminadas. Los acuerdos regionales se han revitalizado y los países han buscado la expansión de mercados para sus productores mediante negociaciones de acuerdos bilaterales de libre comercio. Sin embargo, estos avances en la política comercial, han traído consigo resultados mixtos en términos económicos. Por un lado, se han incrementado los volúmenes de exportación y se ha dado cierto impulso a la diversificación de productos, como muestra la aparición de nuevos bienes de exportación. Por otro lado, este crecimiento comercial no ha sido suficiente para elevar los índices de desarrollo humano y transformar las economías de estos países, contribuyendo con la reducción de la pobreza. El Tratado de Libre Comercio Centroamérica– Estados Unidos (CAFTA por sus siglas en inglés) es una muestra de que a pesar de los resultados mixtos que el libre comercio ha traído aparejado en Centroamérica, existen algunas convicciones de que será positivo para el desarrollo de estos países. Después de varias discusiones, en mayo de 2004 Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras y Costa Rica (quien se unió un poco más tarde que el resto) firmaron el acuerdo. En agosto de ese mismo año la República Dominicana se sumó al tratado base creando así un Acuerdo de Libre Comercio Estados Unidos– República Dominicana – Centroamérica (RD – CAFTA). Más recientemente, Costa Rica fue el último país en integrar plenamente el tratado debido a la fuerte oposición que tenía y que se veía representada en el Congreso.
Tesis dirigida por Juan Carlos Martínez Coll, y tutor Isaías Covarrubias Marquina. Los países centroamericanos han ido implementando una amplia gama de reformas comerciales unilaterales y regionales desde finales de los años ochenta. Se han rebajado los impuestos al comercio y la mayoría de las barreras no tarifarias han sido eliminadas. Los acuerdos regionales se han revitalizado y los países han buscado la expansión de mercados para sus productores mediante negociaciones de acuerdos bilaterales de libre comercio. Sin embargo, estos avances en la política comercial, han traído consigo resultados mixtos en términos económicos. Por un lado, se han incrementado los volúmenes de exportación y se ha dado cierto impulso a la diversificación de productos, como muestra la aparición de nuevos bienes de exportación. Por otro lado, este crecimiento comercial no ha sido suficiente para elevar los índices de desarrollo humano y transformar las economías de estos países, contribuyendo con la reducción de la pobreza. El Tratado de Libre Comercio Centroamérica– Estados Unidos (CAFTA por sus siglas en inglés) es una muestra de que a pesar de los resultados mixtos que el libre comercio ha traído aparejado en Centroamérica, existen algunas convicciones de que será positivo para el desarrollo de estos países. Después de varias discusiones, en mayo de 2004 Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras y Costa Rica (quien se unió un poco más tarde que el resto) firmaron el acuerdo. En agosto de ese mismo año la República Dominicana se sumó al tratado base creando así un Acuerdo de Libre Comercio Estados Unidos– República Dominicana – Centroamérica (RD – CAFTA). Más recientemente, Costa Rica fue el último país en integrar plenamente el tratado debido a la fuerte oposición que tenía y que se veía representada en el Congreso.