Agroecología y autogestión en la ciudad : una mirada desde dos experiencias de agricultura urbana en la Zona Metropolitana de Guadalajara, México
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Trabajo Fin de Máster (noviembre de 2014). Tutores: Narciso Barrera Bassols y Jaime Morales Hernández. La Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y su dinámica de crecimiento son causa de un entorno de degradación ecológica y social en el occidente de México. Es una manifestación directa de la catástrofe de la vida materializada en relaciones de dominación (dentro de la sociedad, de ésta sobre la naturaleza y de la ciudad sobre el campo). Estas características de la civilización occidental-capitalista, se presentan de manera particular en los centros metropolitanos, en donde proliferan los espacios y tiempos vacíos y homogéneos, y son la mejor muestra de la simplificación ecológica, así como de la concentración política y económica que forza la destrucción y el despojo de los espacios rurales y naturales. En este contexto, surgen cada vez más proyectos que buscan hacer la ciudad de una manera diferente, de dotarla de la calidad de territorio en base a relaciones comunitarias y de apoyo mutuo. La agroecología ha permeado estas iniciativas y ha generado que surjan alternativas a la urbanización capitalista. La agricultura urbana se posiciona como forma de resignificar la realidad agroalimentaria de la ciudad. Desde la crítica a la dominación, se posiciona no solo como respuesta a la crisis, sino como apuesta por la autonomía alimentaria. Este trabajo de investigación-acción desde la militancia ha tenido el objetivo principal de potenciar colectivamente dos experiencias de agricultura urbana desde la autogestión, así como mostrar algunas experiencias de vinculación en la ciudad y con el campo en la ZMG. Rigen dos preguntas generales: ¿Cómo avanzar en la construcción de nuestra autonomía alimentaria en la ciudad? ¿Qué tipo de procesos se deben fomentar, crear y/o fortalecer para hacer agroecología para-desde la autogestión? El Colectivo del Huerto Agroecológico Universitario del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (CHAU-ITESO), es un grupo de estudiantes que de manera autónoma ha puesto a producir un terreno en la universidad, con el principal fin de lograr aprendizajes desde la propia práctica y más allá de la institucionalidad académica. Por otro lado, el Área Verde del Centro Social Ruptura (AV-CSR) es un proyecto de agricultura urbana desde el cual se pretende atender parte de las necesidades alimentarias de los integrantes, al mismo tiempo que se construye lo colectivo, partiendo desde y mirando hacia la autonomía en la ciudad. En ambos casos se generaron procesos colectivos de autoreflexividad, para superar situaciones de estancamiento En el caso del CHAU-ITESO, utilizamos técnicas propias de las metodologías participativas con el fin de lograr un autodiagnóstico y proponer acciones para impulsar el avance del Colectivo. Se realizó un taller DAFO y un taller de Flujograma, de donde se desprendieron una serie de problemáticas, casi todas de carácter organizativo, que bloquean el proceso. A partir de esto, surgió un conjunto de propuestas de acción, con el fin de atender por lo pronto, los nodos críticos identificados en el Flujograma. El proceso se encuentra incompleto, puesto que ahora apenas arranca una fase de ejecución de propuestas más inmediatas, pero haría falta formalizar las propuestas de acción y programarlas, así como evaluar y cerrar el ciclo para volver a empezar. Para el Colectivo del AV-CSR, decidimos utilizar grupos de discusión, dándoles una perspectiva dialéctica y orientada a la acción. De las sesiones de reflexión colectiva emergieron discursos y ámbitos de acción que sirvieron para construir una serie de propuestas, la mayoría de ellas inmediatas. Éstas se encuentran también en fase de implementación. Aunque sería deseable, para el AV-CSR no es tan necesaria una programación formal, sino multiplicar los espacios reflexivos de este tipo. Por otro lado, una vez ejecutas las propuestas sería valiosa una evaluación. Estos dos ámbitos tampoco se lograron cubrir por motivos de tiempo. Estas son solo dos iniciativas que se enmarcan en un proceso de proliferación de proyectos agroecológicos en la ZMG, de agricultura urbana, periurbana y comercialización alternativa. Ante el contexto de catástrofe y la emergencia de tantas iniciativas con diferentes perspectivas, se generan debates que es necesario encarar. No obstante, el CHAU-ITESO y el AV-CSR, representan una esperanza en medio de la guerra total contra la vida.
Trabajo Fin de Máster (noviembre de 2014). Tutores: Narciso Barrera Bassols y Jaime Morales Hernández. La Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y su dinámica de crecimiento son causa de un entorno de degradación ecológica y social en el occidente de México. Es una manifestación directa de la catástrofe de la vida materializada en relaciones de dominación (dentro de la sociedad, de ésta sobre la naturaleza y de la ciudad sobre el campo). Estas características de la civilización occidental-capitalista, se presentan de manera particular en los centros metropolitanos, en donde proliferan los espacios y tiempos vacíos y homogéneos, y son la mejor muestra de la simplificación ecológica, así como de la concentración política y económica que forza la destrucción y el despojo de los espacios rurales y naturales. En este contexto, surgen cada vez más proyectos que buscan hacer la ciudad de una manera diferente, de dotarla de la calidad de territorio en base a relaciones comunitarias y de apoyo mutuo. La agroecología ha permeado estas iniciativas y ha generado que surjan alternativas a la urbanización capitalista. La agricultura urbana se posiciona como forma de resignificar la realidad agroalimentaria de la ciudad. Desde la crítica a la dominación, se posiciona no solo como respuesta a la crisis, sino como apuesta por la autonomía alimentaria. Este trabajo de investigación-acción desde la militancia ha tenido el objetivo principal de potenciar colectivamente dos experiencias de agricultura urbana desde la autogestión, así como mostrar algunas experiencias de vinculación en la ciudad y con el campo en la ZMG. Rigen dos preguntas generales: ¿Cómo avanzar en la construcción de nuestra autonomía alimentaria en la ciudad? ¿Qué tipo de procesos se deben fomentar, crear y/o fortalecer para hacer agroecología para-desde la autogestión? El Colectivo del Huerto Agroecológico Universitario del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (CHAU-ITESO), es un grupo de estudiantes que de manera autónoma ha puesto a producir un terreno en la universidad, con el principal fin de lograr aprendizajes desde la propia práctica y más allá de la institucionalidad académica. Por otro lado, el Área Verde del Centro Social Ruptura (AV-CSR) es un proyecto de agricultura urbana desde el cual se pretende atender parte de las necesidades alimentarias de los integrantes, al mismo tiempo que se construye lo colectivo, partiendo desde y mirando hacia la autonomía en la ciudad. En ambos casos se generaron procesos colectivos de autoreflexividad, para superar situaciones de estancamiento En el caso del CHAU-ITESO, utilizamos técnicas propias de las metodologías participativas con el fin de lograr un autodiagnóstico y proponer acciones para impulsar el avance del Colectivo. Se realizó un taller DAFO y un taller de Flujograma, de donde se desprendieron una serie de problemáticas, casi todas de carácter organizativo, que bloquean el proceso. A partir de esto, surgió un conjunto de propuestas de acción, con el fin de atender por lo pronto, los nodos críticos identificados en el Flujograma. El proceso se encuentra incompleto, puesto que ahora apenas arranca una fase de ejecución de propuestas más inmediatas, pero haría falta formalizar las propuestas de acción y programarlas, así como evaluar y cerrar el ciclo para volver a empezar. Para el Colectivo del AV-CSR, decidimos utilizar grupos de discusión, dándoles una perspectiva dialéctica y orientada a la acción. De las sesiones de reflexión colectiva emergieron discursos y ámbitos de acción que sirvieron para construir una serie de propuestas, la mayoría de ellas inmediatas. Éstas se encuentran también en fase de implementación. Aunque sería deseable, para el AV-CSR no es tan necesaria una programación formal, sino multiplicar los espacios reflexivos de este tipo. Por otro lado, una vez ejecutas las propuestas sería valiosa una evaluación. Estos dos ámbitos tampoco se lograron cubrir por motivos de tiempo. Estas son solo dos iniciativas que se enmarcan en un proceso de proliferación de proyectos agroecológicos en la ZMG, de agricultura urbana, periurbana y comercialización alternativa. Ante el contexto de catástrofe y la emergencia de tantas iniciativas con diferentes perspectivas, se generan debates que es necesario encarar. No obstante, el CHAU-ITESO y el AV-CSR, representan una esperanza en medio de la guerra total contra la vida.