Módulo 3: Juegos de rol para desarrollar el pensamiento crítico
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Editorial
Resumen
Los juegos de rol tienen una serie de características que los hacen muy útiles para desarrollar el pensamiento crítico en el aula. Es un tipo de actividad con cierta complejidad y quizás por ello poco utilizada en la enseñanza (McSharry y Jones, 2000), que necesita un tiempo para su desarrollo pero que resulta esencial si queremos ir más allá de la mera transmisión de conocimientos y participar en la formación de una ciudadanía crítica y capaz de tomar decisiones responsables, ya que facilitan la manifestación de posturas diversas y la identificación de los criterios en los que se sustentan (Simonneaux, 2001). Los juegos de rol son actividades que se pueden plantear en torno a problemas que deben cumplir una serie de características: (A) Que sean de actualidad y tengan relación con lo que queremos enseñar. (B) Que sean controvertidos, con distintos puntos de vista en la sociedad. (C) Que no estén resueltos. (D) Que la información disponible sobre el problema sea asequible a los alumnos/as. Los problemas socio-científicos o las cuestiones socialmente vivas cumplen muy bien estas características y permiten tratar, además de cuestiones científicas, aspectos éticos, económicos, sociales, etc. y poner de manifiesto actitudes, valores y creencias.
Los juegos de rol tienen una serie de características que los hacen muy útiles para desarrollar el pensamiento crítico en el aula. Es un tipo de actividad con cierta complejidad y quizás por ello poco utilizada en la enseñanza (McSharry y Jones, 2000), que necesita un tiempo para su desarrollo pero que resulta esencial si queremos ir más allá de la mera transmisión de conocimientos y participar en la formación de una ciudadanía crítica y capaz de tomar decisiones responsables, ya que facilitan la manifestación de posturas diversas y la identificación de los criterios en los que se sustentan (Simonneaux, 2001). Los juegos de rol son actividades que se pueden plantear en torno a problemas que deben cumplir una serie de características: (A) Que sean de actualidad y tengan relación con lo que queremos enseñar. (B) Que sean controvertidos, con distintos puntos de vista en la sociedad. (C) Que no estén resueltos. (D) Que la información disponible sobre el problema sea asequible a los alumnos/as. Los problemas socio-científicos o las cuestiones socialmente vivas cumplen muy bien estas características y permiten tratar, además de cuestiones científicas, aspectos éticos, económicos, sociales, etc. y poner de manifiesto actitudes, valores y creencias.